Energía de los meses
Introducción: el tiempo en la Torá
La energia del mes de Adar/Piscis
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b) El tiempo en la Torá

El sol, la Luna, el Tiempo

El sol, la luna y los místicos

Como cuenta el relato bíblico, dos luminarias principales fueron creadas durante el cuarto día: el Sol y la Luna.
De acuerdo con los sabios místicos, el Sol representa los procesos estables y cíclicos de la Creación. A través del Sol se determina el año, el cual alude al tiempo que vuelve y se repite en estaciones fijadas desde el primer día del mundo: primavera, verano, otoño e invierno. Lo mismo sucede con la fijación del día y la noche. También el nombre hebreo shaná (año) comparte raíz con la palabra hebrea shení (dos), cuyo significado simboliza la repetición del número uno.

La Luna, por su parte, sirve para determinar los meses. La palabra hebrea jodesh (mes) comparte raíz con la palabra jidush (renovación). También la Luna respeta un ciclo, aunque, y de acuerdo con la perspectiva del hombre, de permanente cambio y transformación: nace, crece, declina, desaparece, para luego volver a renovarse.

De acuerdo con el calendario hebreo, los años carecen de nombre. Es decir, carecen de esencia propia y particular. No tienen una personalidad definida. Es un tiempo hueco, una invitación en blanco. Representa nada más que una continuidad temporal: no hay nada nuevo bajo el sol.
Los meses, por el contrario, representan unidades de cambio y renovación, por tanto aluden a estructuras temporales diferenciadas. Por esta razón llevan nombres particulares.

El Tiempo

En la lengua del Paraíso la palabra tiempo es zman, término que a su vez comparte raíz con la palabra hazmaná, invitación, y con la palabra hizdamnut, oportunidad. El tiempo es la invitación individual y la oportunidad que cada persona recibe para cumplir su misión.
El tiempo general, el tiempo histórico, tiene principio y tiene fin, tal como la invitación a cumplir un objetivo también la tiene. El tiempo es parte de la creación del mundo, tal como los pájaros y las flores, la Luna y las estrellas. Claro, es la creación más inmaterial que conocemos, pero creación al fin. Su principio y su final aluden al sentido esencial del mismo: fue creado persiguiendo un objetivo, y una vez que el mismo se alcanza, el tiempo termina.

La Torá Oral, el Talmud, enseña que el tiempo general, el tiempo histórico, ha de alcanzar un máximo de seis mil años, un milenio en correspondencia con cada uno de los seis días bíblicos de la creación. Después llega el séptimo día, el día de descanso, equivalente al séptimo milenio: el shabat del mundo.
La vida es la historia individual. También tiene principio y fin, hecho que demuestra que fuimos creados para alcanzar un objetivo. El Gaón de Vilna (1720-1797), ese excelso y sabio cabalista, afirma que una persona muere y abandona el mundo cuando ya ha cumplido su objetivo individual, o cuando ya no existe ninguna posibilidad de lograrlo.

Pasar por el tiempo

Supongamos que una persona decide conocer una gran parte del mundo recorriendo decenas de miles de kilómetros viajando en trenes modernos y perfectamente acondicionados. Aun considerando la claridad de su objetivo, y por más que el recorrido haya sido estudiado y proyectado a la perfección en un mapa de viaje, deberá tener en cuenta las dificultades del camino.
Aunque una persona conozca al detalle el contenido de su hazmaná individual, de su invitación, y aunque tenga absolutamente clara su misión y su plan individual, de todos modos deberá considerar las dificultades del camino.
El sabio pensador Eliahu Dessler (1892-1953) describe el ciclo del año como un tren que marcha en un viaje circular. Las estaciones son las mismas cada año, y una vez que llegamos allí «el clima» que se vive en ellas es absolutamente particular.
El tren en su marcha, recorre los siete días de la semana, enraizados, claro, en lo siete días de la Creación. Por la ventana se observa el lunes, el cual alude al lunes original, el único día bíblico que no es calificado como «bueno». El lunes no es simplemente la continuación del domingo, sino un tiempo energético particular y definido. También el viajero se topa con el martes, día doblemente bueno, como indica el relato bíblico.

El viajero mas atento, el mas despierto y preparado, notara también que el tren recorre horas subdivididas no solamente en sesenta minutos, sino en mil ochenta partes, y que cada una de esas diminutas porciones respeta su propia personalidad absolutamente definida.
Cuando llegamos a la estación de la Salida de Egipto, no significa que en este anden debamos recordar que hace miles de años un pueblo esclavizado abandono la Tierra de Egipto en dirección a la Tierra Prometida. Esta visión bien podría ser comparada con la celebración del cumpleaños: hoy celebro porque recuerdo que hace tantos y tantos años llegue al mundo.
Nada mas extraño al pensamiento sabio de Moisés! Muy al contrario, nuestra visión determina que al llegar a la denominada estación nos encontramos nuevamente en el mismo anden que estuvieron Moisés y su hermano Aarón. El «clima» que reina en este sitio favorece el espíritu libertario.

Por tanto cuando un hombre recorre su vida, su invitación, conciente de las características particulares de las distintas estaciones, sus posibilidades de tener un viaje enriquecedor y placentero se incrementan sobremanera.
El tren, en su recorrido a través del ciclo del año, atraviesa y se detiene en doce estaciones: los meses. Doce personalidades, doce nombres, doce esencias.

La Torá Oral, en textos antiquísimos y principalmente en El Libro de la Formación o Sefer Ietzirá, adjudicado al patriarca Abraham, descubre y señala puertas de entrada a la esencia particular de cada mes:

1- Las doce letras simples del abecedario hebreo
2- Las doce tribus de Israel
3- Las doce fuerzas o poderes personales
4- Los acontecimientos históricos

Letras
Signo
Poderes
Mes
Hei
Aries
Habla
Nisan
Vav
Tauro
Meditación
Iyar
Zain
Géminis
Movimiento
Sivan
Jet
Cáncer
Vista
Tamuz
Tet
Leo
Audición
Av
Iud
Virgo
Acción
Elul
Lamed
Libra
Coito
Tishrei
Nun
Escorpio
Olfato
Jeshvan
Samaj
Sagitario
Sueño
Kislev
Ain
Capricornio
Enojo
Tevet
Tzadik
Acuario
Gusto
Shevat
Kuf
Piscis
Risa
Adar


La guia energetica/febrero. Dany Karpuj
Israel y el Zodiaco. Glazerson

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