Festejando
Shabat
Vísperas del Shabat
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Ascender con el Tosefet Shabat

Existen dimensiones espirituales por encima de nosotros que nos impiden de alcanzar durante la semana la percepción experiencial de cercanía Divina característica del Shabat. La más baja de todas se denomina Asiyá-Acción, y es la interfaz espiritual con nuestro mundo físico. Por encima de Asiyá está la dimensión de Yetzirá-Formación; luego viene Beriyá-Creación, y sólo después la dimensión de Atzilut-Cercanía, la más cercana a la Presencia Divina. A partir del jueves de noche, estas dimensiones comienzan a elevarse en honor de Shabat. El Arí, z’l, o más bien su discípulo Rab Jayim Vital, nos reveló en el nombre de su maestro que con cada una de nuestras oraciones elevamos las dimensiones espirituales, vinculando una con la otra y señaló que nuestra participación en Minjá-la oración de la tarde, temprano el viernes por la tarde, es una contribución esencial a esta elevación. Puede suceder, y en particular los viernes, que no se llegue a la sinagoga a tiempo. Sin embargo, es importante comprender que cuando un hombre lee sus oraciones en casa solo, es cuestionable si cumplió así el mero requisito de participar en las oraciones diarias.
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Aunque el viernes nos presenta un desafío, aun así, es un día muy importante para nosotros. El Arí, z’l, nos guio acerca de lo que hemos de hacer los viernes para participar en la elevación de las dimensiones Celestiales, ayudando así a la elevación de las almas de otros también. De hecho, no sólo de otros, sino también partes de nosotros que pueden seguir enredadas en el mundo inferior, esperando ser liberadas para ascender a la Luz. Hay que comprender que quien llega al Shabat a último momento, después de una correr como loco para terminarlo todo, la manera en que va a sentir el Shabat va a ser diferente a la que habría sido de haber llegado al Shabat con armonía interior y afán, después de estar listo a recibirlo bastante tiempo. No obstante, nuestra relación con el Shabat es subjetiva. La creencia que si seguimos las enseñanzas de los sabios acerca de la observancia de Shabat, nuestras almas se elevarán gradualmente a través de los diferentes momentos de Shabat forma parte de la emunat Israel-la fe en que se basa nuestra avodat Hashem. Como enseña Rab Luria, sentir el Shabat, no sólo se basa en la fe:25 si nos regocija la dulzura del Shabat, escribe, si nuestro corazón y nuestra mente responden a él, sabemos entonces que a Hashem Le agrada nuestro comportamiento. Si no sentimos la alegría de Shabat, eso indica que tenemos que examinar nuestra conducta.

Enfoquemos ahora en la elevación de Shabat desde la perspectiva Divina. Durante las noches semanales, la Shejiná baja a los mundos inferiores para reunir las santas chispas caídas de las almas de Sus hijos. Al principio de Shabat, la Shejiná asciende con todas las partículas reunidas durante las noches semanales. Y esta es la ventaja que tenemos en nuestro tiempo, en que el Templo aún no está Su lugar: en los días del Templo, si una persona se implicaba en una grave transgresión y una gran parte de su alma caía al mundo inferior allá se quedaba hasta que pudiera la persona arrepentirse, porque en los días del Templo la Shejiná no tenía que bajar a los mundos inferiores por nuestros errores como ha de hacerlo ahora.  En cambio, durante estos difíciles tiempos de exilio, la Shejiná baja cada noche de semana para reunir las chispas caídas y elevarlas al principio de Shabat. Por consiguiente, en estos días, quien se haya arrepentido sinceramente por sus errores pasados y se haya comprometido a rectificarlos en el futuro va a poder conectarse con la dimensión interior de su vínculo con Hashem, en el punto en que sus trasgresiones pasadas no bloquean la luz de su alma neshamá, y va a poder sentir el oneg-deleite del Shabat. Además, la fuerza interior que derivará de su experiencia de Shabat le impedirá dejarse caer en tentaciones físicas en la semana entrante, y le dará el valor de enfrentarse con la decisión de rectificar su pasado.

Por lo tanto, durante la semana, la Shejiná ayuda a nuestras almas cuando, como lo expresa el Zóhar, “Sus pies bajan al espacio de muerte”. Al principio de Shabat, hemos pues de ir al campo para darle la bienvenida a nuestra santa Shejiná que regresa del mundo inferior, y decimos, ¡Ven O Amado! ¡Vamos hacia la Novia! Al enseñarnos cómo darle la bienvenida al Shabat, el Arí, z’l, nos recomienda fijarnos en las letras iniciales del primer versículo del salmo 92, lamed, mem, shin y heh, que forman la palabra leMoshé.26 Todos los viernes de tarde Moshé tiene buen cuidado de elevar las chispas de las almas difuntas que se encuentran enredadas en los mundos inferiores de impureza, incapaces de ascender por sí mismas.  Mencionamos que en erev Shabat los mundos espirituales ascendien, cada uno de los cuales se incluye en el que está encima de él. Las almas que residen en los mundos inferiores ascienden también, juntas con los mundos espirituales, pero no pueden distanciarse de los mundos de Beriyá, Yetzirá y Asiyá y ascender a Atzilut. Moshé también ayuda a las almas de individuos en este mundo que no tienen los méritos de la observancia de Shabat que les permitiría elevarse con el poder de su alma adicional de Shabat.  En el momento de erev Shabat, al elevarse Asiyá – la más baja de las dimensiones de santidad, Moshé así como miles de otros tzadikim-rectos que residen en Olam haBa-el Mundo Venidero, bajan al mundo de impureza y vuelven a subir de allá. Cada uno de ellos trae consigo al subir almas de difuntos quienes han recibido el permiso de participar en esta elevación, así como almas de seres vivientes quienes no logran elevarse por sus propios méritos, y los acompañan al Mundo Celestial, volviendo así a representar el éxodo todos los viernes la tarde – cada erev Shabat.  Enseña el Arí, z’l, que al comienzo de Shabat hay un tiempo de din-juicio estricto, ya que aunque todos las almas quieren ascender a la dimensión de santidad, cada alma tiene que esperar hasta que esté lista y reciba el permiso de ascender.28 Las almas han de ser juzgadas por una Corte Celestial en este momento, y sólo las que lo merecen podrán ascender, mientras que otras tendrán que descender. Es por lo tanto en estos momentos que nosotros, los Hijos de Israel aquí abajo, recitamos el salmo 92, Mizmor Shir leYom haShabat que alude a los rebeldes que [prosperan] como florece la hierba – ִבְׁפֹרַח ְׁר ָש ִעים ְׁכמֹו ֵעֶׁשׂב – mientras que en realidad están generando su propia aflicción. Y en cambio, los rectos florecen como la palmera – .ַצִדיק ַכָתָמר ִי ְׁפָרח

Deriva Rab Luria de esta enseñanza del Arí, z’l, que este juicio no es sólo para las almas celestiales; lo es también para las almas de individuos vivientes. Es importante comprender que cada alma forma parte de una alma mayor que incluye otros seres físicos así como espirituales.   Sucede una clase de transmigración de almas cada erev Shabat:29 algunas almas que residen en el Edén bajo –  גן עדן הארץ – ascienden al Edén alto. Otras almas bajan a este mundo para facilitar el proceso de elevación de Tosefet Shabat a las almas de individuos que viven en este mundo.   Cuando comienza el Shabat, Hashem emite una luz de Arriba que, así como un imán, atrae estas dimensiones espirituales a su Fuente Celestial. Todos los que están listos para unirse a esta elevación pueden aprovechar de este momento propicio, para sí mismos así como para cualquier fragmento de alma – donde sea que se encuentre – relacionado con otros seres y con el Pueblo de Israel.   Es importante darse cuenta de que aunque esta elevación está inciada desde Arriba, aún así, hemos de tratar de formar parte del proceso estando listos a tiempo.  Mostramos que estamos listos a tiempo al decir las oraciones de Kabalat Shabat-Bienvenida al Shabat al menos dieciocho minutos antes de la puesta del sol. En verdad, habríamos de decirlas mucho antes, pero si no logramos estar listos y decir Kabalat Shabat dieciocho minutos antes de la puesta del sol, nos perdemos el ‘tren ascendiente’ de Tosefet Shabat. No obstante, según la halajá, si sucede algo y se atrasa una persona, puede decir estas oraciones mismo más tarde pero arriesga de perderse la elevación de Shabat.

Extraido de Ajoti Kala, mi hermana, mi novia

Simja Benyosef

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