Aprendiendo sobre el cuidado del habla a traves de casos reales
Me recomendaron un médico y estuve disconforme
Pregunta:
Mi amiga me recomendó un médico determinado para tratar un problema. Ella me dijo que se trataba de un especialista destacado por sus diagnósticos exactos. Lamentablemente, en mi caso el tratamiento del doctor no funcionó y el remedio que me recetó me provocó consecuencias muy incómodas. Además, el trato y la falta de paciencia con la que me atendió, no concordaban con la descripción que yo había recibido. Apenas pude, comencé a atenderme con otro médico más calificado en todo sentido. ¿Puedo contarle a mi amiga sobre mi mala experiencia? En caso que no, ¿qué debo hacer cuando ella me pregunte?
Respuesta:
Si la amiga no le pregunta, no hay razón para contarle la experiencia negativa con el médico. La Guemará dice que está destinado qué médico será el emisario para curar al individuo. (Avodá Zará 55) Tal vez el primer médico era competente y profesional, pero no había sido decretado desde el Cielo que trajera la cura.
Si la amiga pregunta, se le debe dar una respuesta mínima y restringida, diciendo: “No siempre los médicos logran satisfacer los deseos de sus pacientes. En mi caso, tu médico no tuvo éxito y otro sí me diagnosticó el problema. Eso no quita de la experiencia y dedicación del médico que me recomendaste”.
Con esta respuesta, le dejará claro cuál es la manera de medir el éxito de un médico o cualquier otro especialista, explicando que uno no debe juzgar sólo por casos particulares.
Informar acerca de una familia que no necesita dinero de Tzedaká
Pregunta:
El administrador de una organización de Tzedaká me consultó acerca de la situación económica de una familia que solicitó una ayuda mensual de “la caja de Tzedaká” del barrio. Dicha familia informó que ambos padres no trabajan y que se mantienen con el subsidio mínimo otorgado por el gobierno y ayudas esporádicas de diferentes fuentes. Yo sé que se trata de gente necesitada, pero también sé con seguridad que el padre trabaja. Me temo que al recibir esta información, los encargados de la tzedaká se enojarán y rechazarán totalmente la solicitud de esta familia. ¿Qué debo contestar?
Además, tengo otra pregunta relacionada: En nuestro edificio vive una familia que recibe ayuda fija de “la caja de Tzedaká”, a pesar de gozar de un estilo de vida superior al normal, que a veces bordea con el derroche. ¿Debo transmitir esta información sin que me la pidan?
Respuesta:
En el primer caso, se debe empezar diciendo que la familia es realmente necesitada y le cuesta mantenerse. Se puede agregar que el marido trabaja, pero que no sabe si recibe un salario digno. Esta respuesta básica no quita de la verdad.
En el segundo caso, uno no debe juzgar y nunca podrá entender los detalles y motivos del apoyo monetario que se brinda, hasta no conocer cada caso completo. Por eso, pareciera que es preferible hablar con el encargado en líneas generales, recordándole la importancia de revisar de vez en cuando la lista de las familias beneficiadas, sin mencionar el nombre de sus vecinos.
Críticas sobre libros
Pregunta:
Disfruto mucho la lectura y muchas veces analizo con mis amigas los contenidos de los libros. Existen opiniones variadas acerca de cada libro, ya que las personas no comparten los mismos gustos, por eso, esta clase de debates podría incluir críticas. Yo quiero saber si está permitido decir que cierto libro es “aburrido”, “demasiado ficticio”, etc., o si estas opiniones se consideran Lashón hará sobre el autor. Si realmente no se debe criticar el libro en general, ¿está permitido resaltar una falla específica, como por ejemplo un final pobre, un prólogo aburrido o una narración complicada, cuando se trata de un libro del cual disfruté mucho?
Respuesta:
Bajo circunstancias normales, no hay ningún Heter de descalificar un libro basándose en su opinión profesional o literaria. Se debe recordar que los gustos de las personas son diferentes y lo que uno considera una falta puede ser un aspecto positivo para otra.
En la práctica, hay tres categorías de críticas:
- a) Cuando se trata de una conversación acerca de los libros y sus autores sin algún propósito especial: se debe tener cuidado de no decir nada que pueda entenderse como crítica.
- b) En el caso que una amiga se interese con algún propósito determinado, por ejemplo, para saber qué libro comprar: si ella debe elegir entre ciertos libros, se debe decir primero que cada uno tiene su gusto personal y luego está permitido alabar el libro aconsejado, diciendo por ejemplo: “A mi parecer está bien escrito” o “la introducción es muy fascinante”, pero sin desvalorar los demás libros diciendo que son aburridos, exagerados, etc. Si su amiga se interesa por algún libro en particular que a su parecer no es exitoso, es preferible evadir la respuesta diciendo: “Me cuesta opinar, ya que cada uno tiene su propio gusto…”. Si esta respuesta no satisface a la interesada, se le puede decir por ejemplo: “Yo disfruto de libros que tienen más suspenso”.
- c) Todo lo mencionado se refiere a críticas literarias o profesionales. Sin embargo, si se trata de enseñanzas morales contrarias a nuestros valores, información banal que no debería ser publicada, etc. (¡Esto es muy común, incluso en libros vendidos en lugares Jaredim!) hay obligación de pasar la información, teniendo en mente el propósito constructivo.
Escuchar Lashón Hará en el colectivo
Pregunta:
Estaba sentada en el colectivo y escuché una conversación ruidosa entre dos mujeres, en la cual hablaban “Lashón hará” mencionando los nombres y demás detalles. Pensé que debería llamarles la atención, pero me abstuve ya que soy una muchacha joven, y por más respetuosa que pueda ser, me sentía incómoda de hacerlo. ¿Actué correctamente? Y si estaba obligada a llamarles la atención ¿cómo lo podría haber hecho de manera que sea recibido sin que se ofendan?
Respuesta:
La mitzvá de “Hojeaj tojíaj et amiteja” (Debes reprender a tu compañero) es una de las Mitzvot asé (mitzvot que implican acción) de la Torá, y por eso se debía llamar la atención de las mujeres que estaban hablando Lashón hará. En situaciones como estas, uno no debe ser humilde, sino que debe ejercitar la cualidad de “Vaigbá libó bedarké Hashem” (seguir los caminos de Hashem con orgullo). En la práctica, es aconsejable decir: “Discúlpenme que les debo decir esto, pero estuvieron mencionando nombres en vuestra conversación y yo temo poder caer en la transgresión de oír Lashón hará”. Si estas palabras son dichas respetuosamente, serán recibidas con agradecimiento.
Notificar los deudores de expensas
Pregunta:
En algunos edificios, el consorcio cuelga un aviso en el palier con el detalle de las deudas de los vecinos a la caja del edificio. Este aviso sirve como recordatorio para pagar las deudas pendientes y, además, actúa como presión social para quienes evaden el pago. En mi edificio, yo soy responsable por la caja. Debido a las deudas acumuladas, uno de los vecinos sugirió colgar un anuncio de estos. Yo temo que esto sea Lashón hará, ya que puede avergonzar o herir a los vecinos deudores. Por eso quiero preguntar si tengo permiso de colgar un cartel y así lograr el beneficio que eso podría traer.
Respuesta:
Colgar un anuncio de esta clase en un lugar público es Lashón hará y además incluye otras prohibiciones.
Si el edificio posee deudas acumuladas se deben enviar cartas personales a quienes no hayan abonado. Se puede agregar una advertencia que diga que en el caso que no sea saldada la deuda hasta una fecha determinada, el consorcio se verá obligado a dirigirse al Rav del barrio o al Bet Din.
Divulgar información de salud
Pregunta:
Soy secretaria en un seminario conocido. Una señora llamó anónimamente para averiguar acerca de una muchacha, con respecto a un Shiduj. Entre otras cosas, ella quería saber si existía algún problema de salud. Como parte de mi trabajo, yo completé un formulario privado de su seguro médico y me enteré de un problema de salud serio. ¿Qué debo contestar?
Respuesta:
Si no tiene idea de quién se trata, no se debe divulgar ninguna información acerca de la salud de la joven. En caso que sí conoce a quien llamó y sabe de quién se trata, debe contestar: “La información a la cual tengo acceso durante mi trabajo es totalmente confidencial y tengo prohibido compartirla con terceros”. A partir de esta respuesta, la interesada podrá deducir que deberá recurrir a otras fuentes e investigar el tema profundamente.
Rav Menajem Mendel Fuks