Ascendiendo
Aprehendiendo las sefirot
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21)Maljut: el poder de interactuar con D-s [21.10]

Compilación realizada de diversas fuentes de Breslov, en especial «Anatomía del Alma» . Por ruthshira@tora.org.ar

El Principio Femenino

Maljut es el Reinado. Es la última de las Sefirot, representando la terminación y culminación de la Creación, que es la revelación del Reinado de Dios. En la fisiología humana, la «energía» de Maljut se encuentra contenida en los órganos reproductivos femeninos.
Espiritualmente, Maljut es considerado también un «principio femenino» , pues se beneficia del flujo de energía espiritual que emana desde Arriba. Como hemos visto, Maljut también devuelve aquello que ha recibido, de una manera más completa y refinada. En la unión marital, el hombre entrega cientos de millones de células espermáticas, de las cuales sólo una logrará por lo general fusionarse con el núcleo del óvulo femenino. A partir de este óvulo fertilizado la mujer entregará en retorno niño completo. Antes de tratar los órganos femeninos en detalle, pasemos revista a algunos de los principios y manifestaciones de Maljut.

Zeir Anpin comprende seis Sefirot, comenzando con Jesed y terminando con la sexta, Iesod. La energía de Jesed, de Guevurá y de las Sefirot que les siguen son contenidas y retenidas dentro de Zeir Anpin hasta que alcanzan la Sefirá de Iesod. (Por ende, la revelación de Jesed, etcétera, sólo tiene lugar en el nivel de Iesod). Es a través de Iesod que Zeir Anpin transmite su shefa (abundancia) a Maljut.
Maljut recibe la shefa y la desarrolla hasta que está lista para ser transferida al mundo, para beneficio de la humanidad.

El Sefer Ietzirá explica que las seis direcciones del espacio (norte, sur, este, oeste, arriba y abajo) corresponden a las seis Sefirot de Zeir Anpin. Para alguien ubicado en un determinado lugar, las seis direcciones apuntan hacia fuera. Esto define el aspecto masculino, pues lo masculino se relaciona con el mundo y se expresa a sí mismo con una orientación «hacia afuera» . Maljut, el aspecto femenino, es por el otro lado, una única Sefirá y es el punto central que atrae a las seis direcciones de Zeir Anpin. Así, el aspecto femenino de la Creación está representado por un modo introspectivo y es el objetivo final de Zeir Anpin.

Explayándonos más sobre este punto, podemos visualizar a Zeir Anpin y a Maljut como los seis días de la semana y el Shabat. Los seis días de la semana corresponden a las seis Sefirot de Zeir Anpin, el aspecto masculino, días en que salimos a ocuparnos de nuestras tareas — así sean nuestras necesidades materiales o nuestra lucha espiritual. Durante el Shabat, nos encontramos en el nivel femenino, pues ahora podemos absorber los frutos de todo lo que hemos estado haciendo durante la semana. Así, una persona puede trabajar muy duro durante toda la semana, física o espiritualmente, pero sin el Shabat no tiene manera de recibirlos beneficios de sus esfuerzos (ver «Innerspace», p.75).

Como hemos mencionado, Maljut representa la introspección, la capacidad de mirar hacia adentro y de controlarse. Esto puede verse más claramente en la forma en que Maljut se manifiesta como la Ley Oral, como la plegaria y como la fe.

Maljut es la boca -la Torá de la boca [la Torá Oral]. Tikuney Zohar p.17a

Maljut es el principal Atributo a través del cual el hombre puede interactuar con Dios. A veces Maljut es también llamado Shejiná, la Presencia Divina de Dios. Nuestra aceptación del Maljut (Reinado) de Dios es el requerimiento primordial y más importante para el reconocimiento de Su soberanía y para Su servicio. La razón por la cual Maljut está asociado con la boca es que un melej (rey) gobierna principalmente a través de la palabra. Sus edictos, que surgen de los pensamientos de su mente, deben ser expresados para que puedan ser obedecidos por los súbditos; estos pensamientos del melej se hacen públicos sólo a través de las palabras, que sirven para descubrir las intenciones del rey.

La misma correlación se aplica a la Torá Escrita y al cuerpo de las enseñanzas orales del Sinaí que la acompañan. La Torá Oral, que está asociada con Maljut, nos permite comprender la Voluntad de Dios tal como está expresada en la Torá Escrita. La Ley Escrita contiene una gran cantidad de Mitzvot que no están claramente explicadas. Únicamente a través de la Torá Oral podemos comprender qué es lo que quiere Dios de nosotros, lo cual nos permite servirlo apropiadamente. Es por esto que Maljut se refiere tanto a «la boca» como a la Ley Oral, pues ella es la revelación de la Voluntad de Dios (ver Likutey Moharán I, 18:6). Así enseña el Rebe Najmán:

La boca corresponde a la Ley Oral. Aquél que estudia la Torá en aras del Santo, bendito sea, y por Su honor, rectifica su boca. Merece una íntima cercanía con la Shejiná del Santo, bendito sea [que corresponde a Su boca]. De manera inversa, aquél que estudia Torá para alcanzar sus propios objetivos de honor, riqueza, etcétera, hace que la Presencia Divina salga al exilio [es decir, que se le oculte] («Likutey Moharán» I, 12:1; ibid.
101:1).

Tal es el poder de la boca en nuestra búsqueda por la espiritualidad. Con motivaciones puras, las palabras que decimos pueden ser utilizadas para crear la más íntima conexión con Dios. Por el otro lado, palabras dichas con motivos ulteriores, no expresadas en aras de Dios sino para la propia ganancia personal o para daño de alguna otra persona, hacen que la Presencia Divina se nos oculte. Y esto es claro: las palabras que se contraponen al propósito de la Creación son equivalentes a ocultar a Dios y a arrojar el yugo de Su soberanía. Si nos sentimos distantes de Dios, eso es una clara señal de que Lo hemos ocultado a través de nuestras palabras.

El Habla

El habla también se encuentra relacionada con el concepto de Maljut. Ningún líder puede gobernar sin el habla. Sus edictos deben ser revelados para que sus súbditos los puedan cumplir. De la misma manera, a través de aspecto del habla, Maljut «proclama» la voluntad de Dios y revela Su soberanía.

Enseña el Rebe Najmán:

Maljut corresponde a la Divina Presencia. Aquél que rectifica su habla adquiere la capacidad de lograr un contacto íntimo con Maljut, con la Divina Presencia del Santo, bendito sea (Likutey Moharán I, 2:1).

Maljut, representado por la boca, es el punto a través del cual se canalizan hacia abajo los más sublimes pensamientos que luego son revelados en este denso plano físico. Aunque nadie puede saber lo que otra persona tiene en su mente, sus pensamientos pueden revelarse a través del aspecto de Maljut tal cual es percibido en el habla.
Maljut representa así la culminación de todo el proceso del pensamiento, siendo a su vez un desencadenante de nuevos pensamientos (que no habrían llegado a la mente de no haber expresado y escuchado otros pensamientos).

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