HALEL
El alma en el relato de la Torá
Shemot
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17) Ki Tisá «Pseudo espiritualidad, mística y racionalismo»

En Shemót-Éxodo 32:10 encontramos un diálogo bastante extraño. HaKadósh Barúj Hú le pide a Moshé que Lo deje exterminar al pueblo y Moshé Lo hace reflexionar a tal punto que la Torá nos dice que finalmente HaKadósh Barúj Hú se arrepiente de lo dicho.
La Torá nos presenta en este episodio y otros tantos a un HaKadósh Barúj Hú con debilidades humanas: propenso a la ira, impulsivo, que se arrepiente, etc.

Conceptos universales
Nos aclara el libro del Zóhar y también el Ari (Rabi Itzják Luria Ashkenazi), que el antropomorfismo que aparece en los textos tradicionales es una forma de expresión utilizada para que el ser humano comprenda a partir de su realidad y experiencia cotidiana conceptos universales que trascienden el tiempo y el espacio.

De generación en generación
El objetivo de la Torá no se limita a una generación y a un sólo tipo de comprensión, sino al espectro de individualidades y generaciones que se suceden a través de la historia. Si el mensaje de la Torá hubiera sido expuesto en un lenguaje explícito, simple y unidimensional sería accesible sólo para ciertas personas, comprensible a una generación y extraño para las subsiguientes. El lenguaje de la Torá nos permite a través de toda la historia extraer significados válidos para cada generación.
El lenguaje simbólico facilita esa transmisión de generación en generación y quien hace el esfuerzo correspondiente extrae lo esencial.

No es suficiente creer, es necesario saber
Rabi Moshe Jaim Luzzatto (Ramajal), en su libro Miljamót Moshé nos expresa que el conocimiento espiritual debe ser alcanzado por la mente, y no es suficiente con creer, es necesario saber. El conocimiento debe estar basado en elementos de juicio, mediante argumentos razonables para la mente y el corazón.

¿Qué es aquello que debemos saber?
Que de la misma forma que hay un orden de causa consecuencia en las leyes naturales, en la física y en todos los fenómenos aprehensibles por los sentidos también hay un orden superior inteligible espiritual basado en principios objetivos que provienen de un conciencia única e infinita.
Y él mismo nos pregunta ¿Cómo podemos aprehenderlos? ¿En qué sabiduría lo podemos encontrar expresado en términos entendibles y razonables? Y nos responde: “Del estudio de la Torá en su sentido literal inmediato no lo podremos obtener ya que nos encontraremos con una lista de preceptos a cumplir con sus diferentes detalles o con relatos sobre la vida de los patriarcas. En ese texto encontramos órdenes o instrucciones prácticas y no conocimiento de lo superior. Incluso, si se tratase de una lista de ordenes indicadas por un mortal, no podríamos conocerlo cabalmente limitándonos al estudio de la lista. Por otra parte, de los relatos narrados en la Torá no podemos obtener el conocimiento deseado a menos de que nos ayudemos de un método especial de estudio que nos permita ver que los hechos relatados se desarrollaron de acuerdo a principios universales y con profunda sabiduría, lo cual sería una disciplina en sí misma y no tan sólo el estudio de los relatos bíblicos. Más aun, si lográsemos estudiar los relatos de esa manera lograríamos captar las leyes que actuaron en la narración en cuestión mas no sabríamos a ciencia cierta que así funcionan los principios espirituales superiores ni alcanzaríamos con nuestra mente limitada a comprender su aplicación en los diferentes ámbitos de la vida.

Pseudo espiritualidad, mística y racionalismo
El desconocimiento de la auténtica espiritualidad fue y es la causa de que generaciones enteras encuentren «respuestas» a sus interrogantes en pseudo espiritualidad, mística y un racionalismo despojado de corazón. Ello condujo y conduce a la conclusión de que el mundo es caótico y regido por el azar. Así fue alterándose la comprensión de la Torá lo cual provocó un desconocimiento, tanto en el pueblo judío como en el resto del mundo de los objetivos del judaísmo.

Quien contempla el mundo exteriormente, cree que no hay orden ni justicia. Pero la sabiduría de la Kabalá nos permite entender el porqué de toda situación demostrándonos cómo todo es parte de un proceso que tiene por objetivo revelar finalmente el bien absoluto.

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