17) Jaiei Sará «Sabiduría femenina»
¿Cómo es posible que una persona observe un hecho y acto seguido establezca criterios y principios en relación con algo diferente no implicado en lo primero?
¿Cuál es el mecanismo que activa la creatividad y el descubrimiento?
¿Racionalismo, intuición o profecía?
El modelo femenino
La Torá relata que Adám fue creado masculino y femenino, Bereshít 1:27.
La Kabalá nos enseña que en los mundos superiores el alma se encuentra en estado de unidad y cuando llega a este mundo se divide en dos aspectos. Mujer y hombre son dos mitades. La responsabilidad familiar y la vida conyugal conforman el marco de interacción para que lo femenino y lo masculino revelen todo su potencial y alcancen la armonía.
Las experiencias y logros que Sará alcanzó en su vida nos enseñan el camino que transitó para transformarse en el modelo femenino. Sará representa a la Madre arquetípica, el potencial del alma capaz de generar el espacio para que surja el altruismo que conduce a la Armonía Universal.
Luz masculina y Luz femenina
Sabiduría significa revelar Luz, en hebreo Or. La Luz ilumina la oscuridad y revela conciencia donde hay ignorancia, comprensión donde hay confusión y paz donde hay conflictos. Hay una Luz masculina Or y hay una Luz femenina, Orá. Las dos son expresadas en diferentes formas tanto por la mujer como por el hombre.
Así como la simiente del hombre no da a Luz sin la mujer, así una idea precisa ser desarrollada para poder ser implementada. La luz masculina es aquella que contiene todo en potencia, es puntual, la femenina en cambio expande, desarrolla y amplia.
La Luz masculina investiga lo oculto y abre nuevos caminos.
La Luz femenina crea espacios para que luces más altas se revelen. La simiente que llega a la mujer a través del hombre va a revelar algo nuevo que nunca existió. La Luz femenina tiene el potencial de integrar en la realidad otra realidad completamente nueva y diferente.
La paz-shalom surge cuando somos capaces de armonizar en nuestro interior la dos luces. Entonces Adám que fue creado masculino-femenino recupera el Gan Eden y así se revela la paz conyugal, familiar, social y universal.
Inspiración, la fecundación de la Luz Infinita
La realidad con todos sus detalles y componentes nos sobrepasa cuando la analizamos únicamente con la mente masculina. El verdadero desarrollo espiritual comienza cuando la mente masculina, que todo lo mide, reconoce el momento en el cual debe rendirse ante lo imponente de ese Orden Absoluto que rige todos los órdenes de la Realidad y deja lugar a la mente femenina. Ello es similar al músico que estudia la obra en forma mesurada y calcula el movimiento que cada dedo debe realizar. Pero en el concierto ya no hay cálculo ni medida, hay entrega y éxtasis. Ahora no es él quien tañe su instrumento, sino que ahora él mismo se transforma en el instrumento de una Fuerza Superior a través del cual la música fluye.
Los grandes sabios, profetas, artistas y científicos son quienes descubrieron cómo utilizar la potencia de la mente masculina hasta que la Luz Infinita los fecunda con la inspiración. Como la matriz que recibe la simiente y luego la desarrolla.
Racionalismo y disociación mental
Cuando el racionalismo dice que todo depende de la mente humana se refiere en realidad a el uso parcial de la mente: lo masculino disociado de lo femenino.
Esa mente concibe el conocimiento sólo a partir de la especulación intelectual. Controlando y midiendo no logra liberarse de sus propios moldes y esquemas.
Si la fuente de todo conocimiento sería el resultado de transformaciones de un conocimiento previo podemos llegar a dos conclusiones que nunca tuvo principio o que esa cadena tuvo un comienzo y ese comienzo no estuvo basado en un conocimiento previo.
La mente femenina tiene el potencial de crear el espacio para que «ese comienzo que no estuvo basado en un conocimiento previo» fecunde a la mente revelando algo nuevo, algo que nunca nadie antes concibió.
Así como la mujer y el hombre son imprescindibles para que una nueva alma llegue al mundo, así la interacción armónica de la mente femenina y la masculina encierra el secreto del descubrimiento y la creatividad que conduce a la vivencia, trascendiendo entonces la más sofisticada elaboración intelectual.